De la importancia del sarcasmo y la neurobiología
Boletín de prensa
2313/2016
Ciudad de México. 31 de marzo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Cuando escuchas la frase “¡Eres un genio!”, podrás darte cuenta —por la tonalidad y el contexto— si quien te lo dice está en verdad impresionado de tus habilidades intelectuales o está siendo sarcástico y bromea sobre algo que no salió exactamente como tú lo esperabas.
Esto sucede gracias a que la comunicación no se limita a cifrar un mensaje con palabras. Existen sutiles características no habladas que nos indican lo que el otro quiere decir en un enunciado. Esta intencionalidad fuera de lo literal se denomina lenguaje pragmático y es una característica de la comunicación bien estudiada por los lingüistas.
Pero cómo es que aprendemos a utilizar el lenguaje pragmático y cuáles son las redes cerebrales involucradas en su comprensión, son las preguntas que la doctora Magda Giordano Noyola, investigadora del Instituto de Neurobiología de la Universidad Autónoma de México (UNAM), intenta responder.
“El lenguaje pragmático es una habilidad particular del lenguaje que no se contiene solo en los aspectos gramaticales, semánticos y sintácticos sino que añade la intención que tiene el hablante al decir algo, lo cual puede ser muy distinto a lo que declara. Como es en el caso de la ironía o el sarcasmo, en donde puedes decir '¡qué bonito vestido te compraste!' y resulta que lo que en realidad estás expresando es '¡qué cosa tan horrorosa!'”, comenta con humor la investigadora.
VAN/SP/FV/2313/2016